10 | Los profesionales y las comunidades construyen de manera conjunta

Puntos clave:

  • La construcción de la mano con las personas en edad de infancia y las comunidades supone una experiencia de empoderamiento que requiere una planificación cuidadosa.

Construir con personas en edad de infancia y las comunidades es una actividad de empoderamiento para todos los involucrados y puede ayudar a crear relaciones duraderas. Además, es una de las formas más efectivas de garantizar la propiedad comunitaria y el mantenimiento a largo plazo del espacio. La construcción colaborativa no tiene por qué limitarse únicamente a la contratación de mano de obra local, puede ser una actividad que los o las profesionales lleven a cabo junto con la comunidad, aprendiendo unos/as de otros/as. Durante tales actividades, la organización ejecutora podría participar activamente en la construcción, en lugar de simplemente dar directrices. La participación en condiciones de igualdad en el lugar de construcción puede generar una dinámica positiva, respeto mutuo y confianza.

Cuando los niños y niñas ven a sus cuidadores/as ocupados en construir algo para ellos y ellas, desarrollan un sentido de apego al lugar. Se emocionan al ver que el edificio va tomando forma. La construcción puede convertirse en una actuación cotidiana, donde los menores, a través de su participación en el diseño, escriben el guion y conocen a los actores clave que lo interpretan. Esta puede ser una experiencia enriquecedora e inspiradora en la que los niños y niñas se dan cuenta de que tienen el poder y el derecho de moldear su mundo.

En el proyecto de la escuela Jarahieh de CatalyticAction, los niños y niñas crearon historias imaginarias, inspiradas por el equipo de construcción y las actividades que ocurren a diario. Los niños y niñas se entusiasmaron con la nueva escuela, también estaban orgullosos/as de ver a sus cuidadores/as y hermanos trabajando en el sitio de construcción.

Sin embargo, esta forma de participación comunitaria en la construcción es poco común, ya que plantea algunos desafíos:

  • Puede ser costoso para la organización ejecutora, debido a que los integrantes del equipo deben pasar varios días en el sitio con la comunidad;
  • Podría haber implicaciones para el seguro (costos de prima más altos) por permitir que el personal trabaje en el lugar de las obras;
  • Muchas organizaciones no cuentan con personal capacitado para este tipo de actividad, ya que con frecuencia se contratan las obras de construcción a empresas constructoras;
  • Puede llevar más tiempo culminar la intervención de construcción de esta manera, porque implica coordinar y organizar varias actividades comunitarias.

A pesar de las dificultades, sigue siendo posible y valioso realizar actividades colectivas de construcción durante la fase de obras.

Se debe implementar un plan de construcción, considerado con detenimiento, para que este tipo de participación comunitaria tenga éxito. Las actividades de construcción colectiva deben ubicarse de forma deliberada en distintas etapas del proceso de construcción. A continuación se presentan ejemplos de actividades posibles, sencillas y de bajo costo que se pueden organizar con integrantes de la comunidad en una obra de construcción.

  • Pintura mural;
  • Diseño e instalación en lo práctico de ciertos elementos (por ejemplo, áreas para sentarse, muebles);
  • Elementos de decoración (por ejemplo, muebles, paneles de pared);
  • Siembra.

La elección de materiales, que se decide durante la fase de diseño, afecta el tipo de actividades viables y seguras de realizar con los y las integrantes de la comunidad. Por ejemplo, si una intervención se diseña utilizando principalmente madera, puede ser más fácil involucrar a la comunidad que si el material principal es acero. El acero requiere mano de obra altamente calificada y medidas de seguridad significativas, mientras que la madera es más fácil de trabajar.

Los niños y niñas también pueden participar activamente en la construcción, y existen muchas actividades seguras y estructuradas que pueden permitirlo. Los niños y niñas no deben participar en las fases de construcción donde existan peligros, como los movimientos de tierra, el vertido de hormigón, etc. Otras fases, como la construcción de muebles y el acabado de las obras, pueden ser más seguras. No obstante, los niños y niñas pueden visitar el sitio durante todo el proceso de construcción de forma controlada, lo que les permite ver el avance de los elementos que sugirieron durante la fase de diseño.

Naturalmente, es fundamental que las visitas y actividades sean seguras para las y los menores y que el lugar de la obra esté adecuadamente equipado con protección contra riesgos (p. ej. que cualquier excavación en el suelo esté cubierta, los andamios se hayan eliminado o se hayan protegido adecuadamente).

Algunos ejemplos de actividades de construcción que involucran a niños y niñas incluyen:

  • Trabajo de la madera con herramientas seguras para ensamblar elementos de la intervención (por ejemplo, muebles);
  • Pintura de elementos de intervención (utilizando pintura segura);
  • Siembra.

Cuando los menores de edad visitan el sitio, el facilitador o facilitadora debe:

  • Dar a los niños y niñas un recorrido por el sitio de construcción;
  • Explicar por qué están en el sitio (por ejemplo, para construir, aprender y disfrutar su día);
  • Realizar una actividad de calentamiento (ver cuadro 10);
  • Llevar a cabo las actividades principales (por ejemplo, construcción, visita de la obra);
  • Realizar una actividad de relajación.

Presentar una visualización en 3D del resultado final en el lugar, destacando las contribuciones de los menores en las actividades de diseño participativo, resulta provechoso. Dicha visualización, junto con la presencia física en el lugar, les permite alcanzar una mayor sensación de control sobre el espacio. Apreciar el espacio que se está construyendo ayuda a los niños y niñas a visualizar cómo sus ideas se van transformando en resultados materiales. El facilitador o facilitadora y el equipo de construcción deben aclarar con los niños y niñas cualquier pregunta que tengan sobre el diseño y la construcción. En ciertos casos, es posible que aún estén a tiempo de integrar los comentarios de los y las menores de edad en el diseño. Sin embargo, es importante manejar las expectativas de los niños y niñas antes de solicitar sugerencias, ya que es probable que apenas se puedan realizar cambios menores una vez que haya comenzado la construcción. Estas actividades pueden involucrar a los niños y niñas, y sus cuidadores/as en simultáneo.

Durante la construcción del parque infantil Ibtasem de CatalyticAction, un niño participante se mostró muy enérgico; aunque sus maestros le habían dicho previamente al facilitador/a que él era desobediente. En las actividades de diseño participativo en el aula no había estado muy comprometido, pero en el transcurso la construcción se tomó muy en serio sus tareas. Había entendido que tenía una responsabilidad y que su contribución era importante.

Las personas menores de edad pueden desarrollar un sentido de pertenencia hacia el proyecto a través de actividades sencillas, como empacar y desempacar material de construcción. En el proyecto Flying Seagull los payasos o payasas involucran a los niños y niñas en las representaciones, pero también en la instalación y remoción del escenario temporal. Estos simples actos dan a los niños y niñas un sentido de pertenencia hacia el espacio y la actividad que realizan.

Si la construcción la lleva a cabo un contratista, es importante mantenerle al tanto de estas actividades comunitarias desde el principio para que éste pueda planificar las actividades de forma segura en el cronograma de construcción.

Si bien son muchos los beneficios de involucrar a los niños y niñas en las actividades de construcción estructuradas, han tenerse en cuenta ciertas consideraciones en términos de trabajo infantil y cuestiones de salvaguarda. En muchos contextos, los niños y niñas desplazados/as trabajan para mantener a sus familias, y puede ser difícil para los y las menores o los actores externos distinguir entre la participación de personas en edad de infancia en el proceso de construcción como actividad de aprendizaje y otras formas de trabajo remunerado.

Además, en contextos en que los contratistas de la construcción emplean habitualmente a aprendices menores de edad, los contratistas que participan en el proyecto pueden tener dificultades para comprender por qué se les prohíbe emplear mano de obra infantil mientras ven a niños y niñas en el lugar. Los cuidadores/ as, otros integrantes de la comunidad y las instituciones (escuelas, municipios) deben participar en los debates sobre la participación de los niños y niñas en la construcción, a fin de garantizar que tanto los menores de edad como su bienestar sigan siendo primordiales.

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