Todas las edades
La observación participante es una herramienta que se utiliza para obtener una comprensión más profunda de una situación específica en un lugar determinado mediante la observación y la participación en las actividades de las personas en ese lugar. La observación participante, cuando va acompañada de conversaciones con las personas menores de edad y sus cuidadores/as, puede brindar a los investigadores una mayor comprensión de la vida de los niños y niñas pequeños/as y su uso del espacio.
Los niños y niñas mayores, acompañados/as por un experto, pueden realizar la observación participante por sí mismos/as y observar cómo las personas usan el espacio, interactúan con los demás, y hacer preguntas para conocer las experiencias de los demás. Se puede también realizar en pequeños grupos. Esta herramienta permite a los niños y niñas ser críticos con el ambiente construido a su alrededor y prestar atención a aspectos que de otro modo podrían pasar desapercibidos. También permite al experto en ambientes construidos analizar la percepción cultural del espacio por parte de los niños y niñas. Por ejemplo, un niño o niña puede preguntarse por qué una mujer está sentada en la calle a solas; el facilitador entiende que al niño o niña le parece extraño ese acto.
Realizar la observación participante en diferentes momentos del día puede brindar una comprensión más profunda del espacio.
La observación participante puede ayudar a dar respuesta a las siguientes preguntas:
- ¿Quién utiliza el espacio?
- ¿Cómo utiliza la gente el espacio? ¿Con qué fin? (por ejemplo, ¿para prácticas socio-espaciales?)
- ¿Cuándo utiliza la gente el espacio? ¿Cuántas veces al día?
- ¿Cuáles son los problemas y oportunidades en términos de espacio?
- ¿Cuál es la percepción cultural del espacio?