1 | Generar una idea

Puntos clave:

  • Las ideas se originan de diversas maneras y a partir de distintos actores.
  • Los y las menores de edad han de situarse en el centro del proceso de elaboración de ideas para las intervenciones.
  • Es más probable que las ideas atraigan un apoyo más amplio si tienen coherencia con la investigación, los marcos y las prácticas existentes a distintas escalas.

Las intervenciones de construcción codiseñadas no son procesos lineales, pueden originarse de diversas formas y por vía de distintos actores. A veces, el primer paso lo dan los niños y niñas, sus cuidadores/as y su comunidad, quienes confluyen para plantear una necesidad a las escuelas, las administraciones locales o las ONG. Otras veces, los actores externos se acercan a las comunidades y a las organizaciones locales con una propuesta inicial. En este caso, es importante involucrar a las y los menores y sus comunidades de forma temprana. Durante dicha participación, es importante ser transparentes sobre lo que se ofrece y los recursos que se tienen garantizados, además de asegurarse de que las actividades iniciales ofrezcan experiencias valiosas a los y las participantes. Por ejemplo, las actividades con los y las menores para identificar sus necesidades y retos deben tener valor propio, incorporando el aprendizaje, el juego y la diversión, sin generar expectativas.

Puede que no sea posible involucrar de inmediato a los niños y niñas, al igual que sus cuidadores/as, ya que es necesario implementar una serie de procesos de salvaguarda y otros preparativos antes de que esto se produzca. Además, como se analizará en esta guía práctica, involucrar a los y las menores sin tener garantizados los recursos y las colaboraciones necesarias para llevar a cabo la intervención corre el riesgo de crear expectativas que no se pueden cumplir. Tristemente, las expectativas frustradas generadas por los actores externos son un tema recurrente, particularmente en las comunidades vulnerables y en el caso de grupos que ya han tenido que enfrentar grandes incertidumbres. Es fácil establecer, sin querer, expectativas que no se pueden cumplir, dejando así un legado de desconfianza hacia los actores gubernamentales y no gubernamentales externos, lo cual puede socavar nuevas intervenciones.

Antes de acercarse a las personas menores de edad y sus cuidadores/as, una buena práctica es investigar a fondo qué información sobre el contexto local ya se encuentra disponible. Por ejemplo, en el caso de los niños y niñas afectados por el desplazamiento, es muy probable que las agencias gubernamentales y no gubernamentales ya hayan realizado una evaluación de las necesidades, una evaluación específica del lugar o alguna actividad parecida. Ciertos ejemplos pueden incluir el trabajo de elaboración de Perfiles urbanos de ONU-Hábitat, p. ej. la colaboración con UNICEF en los perfiles de los barrios del Líbano; los observatorios y plataformas urbanas gubernamentales, los conjuntos de datos e informes sobre sectores específicos (p. ej., el Plan de respuesta a la crisis del Líbano, el Portal de datos de ACNUR). Las instituciones que ofrecen servicios a dichos grupos, como las escuelas, también pueden proporcionar información sobre ideas preliminares (puede consultarse un análisis más detallado en el paso 4.2 – Conocimientos existentes y actores clave).

Poder llegar a otros actores evita la duplicación y la concentración de intervenciones en una misma zona. Esto puede ayudar a las comunidades y zonas necesitadas a aprender unas de las otras y a planificar intervenciones que sean complementarias. Revisar los proyectos existentes y futuros en la zona puede ayudar a definir la idea y adaptarla a lo que funciona para un contexto específico.

A continuación, se ofrecen ejemplos de los lugares donde pueden tener origen las ideas de intervención:

  • Las estructuras de participación infantil en ciudades amigas de la infancia, como los Consejos locales infantiles, las Juntas asesoras infantiles, etc.
  • Los y las integrantes de la comunidad. Por ejemplo, una maestra o un maestro que reconoce una necesidad en su escuela, un/a residente que tiene una idea para resolver un problema en su vecindario. Podrían dirigirse a organizaciones o personas que les ayuden a desarrollar una propuesta.
  • Una agencia multilateral (p. ej. OMS, UNICEF, Banco Mundial) inicia una convocatoria de propuestas que puede ser dirigida a las ONG o al gobierno local.
  • Una ONG desarrolla una idea para una intervención después de realizar una evaluación de necesidades basada en las áreas de prioridad para los donantes.
  • Un acuerdo bilateral proporciona financiación a un gobierno que acoge a refugiados/as, la cual se asigna a los municipios, y éstos deciden sobre las intervenciones a desarrollar.
  • Un profesional en ejercicio desarrolla una idea basada en su experiencia de trabajar con comunidades a diario.
  • Las prioridades nacionales y locales respaldadas por marcos mundiales (por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible) animan a una variedad de actores a desarrollar una idea.
  • El interés personal, por ejemplo, una filántropa o un filántropo interesado/a en promover proyectos educativos para niños y niñas.

Independientemente de que la idea inicial surja de una programación ‘de arriba hacia abajo’ (por ejemplo, una organización internacional) o de una programación ‘de abajo hacia arriba’ (por ejemplo, un grupo de menores), siempre que se establezca un proceso participativo adecuado desde el principio, todas las distintas formas de iniciar una intervención codiseñada son válidas y dependen del contexto.

Estos marcos pueden:

  • Sumar actores aprovechando su mandato y sus compromisos;
  • Proporcionar legitimidad;
  • Proporcionar un lenguaje compartido para hablar sobre la intervención y su impacto;
  • Ofrecer medios para la movilización de recursos, a medida que las prioridades de los donantes se alineen con dichos marcos de políticas;
  • Apoyar la gestión del conocimiento y el intercambio de buenas prácticas y de aprendizajes.

A continuación, se presentan algunos ejemplos de documentos que pueden ayudar a enmarcar las ideas para la obtención de apoyo.

Para poder formular una buena idea, reunir a los socios y obtener la financiación necesaria, se debe comprender el contexto y las partes interesadas. Sin embargo, muchas veces resulta difícil realizar un análisis completo del contexto antes de obtener financiamiento y, a veces, el hecho de involucrar a una comunidad en una extensa investigación de campo antes de obtener financiamiento puede suponer problemas éticos. La cantidad de análisis del contexto que se requiere para generar una idea y formular una propuesta de proyecto, y cuánto de ello se puede llevar a cabo una vez que el proyecto se ha puesto en marcha, son decisiones importantes. Intervienen varios factores, incluida la relación entre las organizaciones y la comunidad, la disposición de los donantes y la capacidad de los socios de realizar investigaciones antes de obtener el financiamiento. Esto significa que muchos de los aspectos que se detallan en el paso 4 – Investigar el contexto y las necesidades locales – a menudo se llevan a cabo en los pasos anteriores.

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