Edad recomendada: 4+
Esta herramienta es más eficaz cuando la utiliza un grupo de niños y niñas que se asemeja en cuanto a edad, origen y género. Los y las menores trazan la forma del cuerpo de uno de sus amigos o amigas con el fin de usar la forma del “mapa corporal’ para identificar los problemas que les afectan a través
de los sentidos (ver, oír, oler, tocar, sentir). Esto puede ayudar a los niños y niñas a pensar de manera más personal sobre estos temas, sentimientos y experiencias: sus gustos, aversiones, derechos, necesidades para mantenerse saludables, etc.
Para garantizar el uso correcto del mapa corporal, el facilitador o la facilitadora debe ser sensible a los diversos contextos religiosos socioculturales y tener una noción de las creencias culturales y religiosas de los y las menores.
Por ejemplo, la herramienta de mapeo corporal fue utilizada por la investigación APC (Access to Play in Crisis) en Nepal con niños y niñas desplazados/as por el sismo de Gorkha, con el fin de apuntar sus experiencias. Los niños y niñas expresaron sus sentimientos, hablaron sobre la crisis, sus mecanismos de respuesta, sus ambientes físicos y sus espacios de juego y de socialización (IPA, 2017).
Consulte el informe de Bernard van Leer Foundation ‘Steps for engaging young children in research’ Pasos para involucrar a los niños y niñas pequeños/as en la investigación] (p.115-118) para obtener más información sobre esta herramienta.
El Mapeo corporal puede ayudar a dar respuesta a las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son los problemas que afectan a los niños y niñas?
- ¿Cómo experimentan los espacios a su alrededor por vía de sus sentidos?:
- ¿escucha, vista, tacto?
- ¿Dónde se sienten seguros/as o inseguros/as y por qué?
- ¿A dónde van dentro del barrio?