Puntos clave:
- El cuidado en el diseño y en la contratación reduce la necesidad de mantenimiento y sus costos, dada la disponibilidad local de las capacidades y de los materiales.
- Los controles y las visitas regulares garantizan el funcionamiento seguro y libre de problemas de las intervenciones de construcción.
Todas las intervenciones de construcción requieren mantenimiento. El plan de mantenimiento debe formar parte del proceso de planificación y ha de debatirse entre todos los socios. Los puntos clave a considerar con respecto al mantenimiento son los siguientes:
- Costo;
- Periodicidad;
- ¿Cómo hacerlo?
- ¿Quién lo hará?
Pensar en el mantenimiento desde las primeras etapas de diseño puede contribuir al buen funcionamiento del espacio. Si el diseño incluye materiales que requieren un mantenimiento frecuente y costoso, pero no lo planifica, la durabilidad de la intervención puede verse comprometida. Del mismo modo, si los socios no se ponen de acuerdo sobre las responsabilidades en torno al mantenimiento durante la fase de asociación, esto puede conducir a una falta de mantenimiento que, en algunos casos, puede generar peligros. Por ejemplo, si un elemento de madera montado en altura no se mantiene adecuadamente, puede fallar y caer, causando daños a los usuarios/as.
En contextos de desplazamiento caracterizados por recursos escasos y, a menudo, cambios políticos y socioeconómicos repentinos, acordar un plan de mantenimiento no siempre garantiza que éste se lleve a cabo. Por lo tanto, tales intervenciones deben diseñarse para reducirlo al mínimo, al excluir materiales y componentes que exigen altos niveles de mantenimiento.
Cuando se construye una intervención en un espacio donde el acceso está controlado (por ejemplo, un edificio escolar), el mantenimiento a menudo lo realiza la institución que administra dicho espacio. En contextos de desplazamiento, puede ser una ONG o una agencia que lleve a cabo las actividades educativas. A menudo cuentan con recursos limitados y es posible que no sean propietarios del edificio, por lo que nuevamente es importante llevar los costos de mantenimiento al mínimo.
En la mayoría de las intervenciones en el espacio público, los gobiernos locales son responsables de realizar el mantenimiento. Quien esté a cargo debe ser plenamente consciente de los costes de mantenimiento y comprometerse a cubrirlos a largo plazo. En contextos de desplazamiento, los gobiernos locales a menudo disponen de presupuestos limitados para mantener los espacios públicos. Por lo tanto, reducir los costos de mantenimiento nuevamente cobra importancia para la durabilidad de la intervención de construcción.
Pueden existir otros arreglos en materia de mantenimiento: estos dos ejemplos presentan solo las situaciones más habituales en los contextos de desplazamiento.
En ciertos casos, reservar fondos para el mantenimiento a futuro puede ser una buena práctica, pero esto puede dificultarse, ya que los financiadores convencionales no aceptan los gastos de un proyecto posteriores a la fecha de cierre del proyecto principal. Por lo tanto, puede que no estén dispuestos a cubrir los gastos años después de la construcción de la intervención. El monitoreo y la evaluación a largo plazo de intervenciones de construcción codiseñadas presentan un desafío similar (ver paso 13).
Un documento importante para el proceso de mantenimiento es el manual de Operación y Mantenimiento (O&M). Dicho documento lo puede elaborar el arquitecto/a o el contratista que implementa la intervención de construcción.
Como se destaca en la Parte A, el mantenimiento se facilita cuando los materiales y las habilidades para la intervención de construcción se obtienen a nivel local. Los seguimientos regulares (dos o tres veces al año) ayudan a garantizar el buen funcionamiento de la intervención de construcción. El arquitecto o arquitecta puede realizarlos en persona o por vía telefónica (en la medida de lo posible). Aunque puede que no haya fondos asignados para esta fase, las consecuencias negativas de no realizar seguimientos pueden ser mayores que los ahorros financieros por no volver a visitar los proyectos. Si las intervenciones de construcción realizadas por las ONG no se mantienen adecuadamente, esto puede perjudicar la reputación de las mismas y potencialmente poner en peligro a los beneficiarios. Cuando los proyectos se construyen mediante un diseño participativo, los y las participantes también pueden ayudar a monitorear el uso del espacio y notificar problemas.