Mucha información se encuentra disponible en línea, en forma de artículos, publicaciones, informes de proyectos, etc. El contexto urbano añade un elemento de complejidad debido a la densidad de poblaciones diversas que habitan una misma área geográfica. Un repaso del material publicado sobre el tema puede ayudar a navegar dicha diversidad, pero la investigación primaria en el terreno puede resultar muy útil, ya que las personas ofrecerán información de interés sobre el contexto y su dinámica compleja. Las fuentes a nivel local pueden incluir universidades, gobiernos municipales, ONG y otras organizaciones, pero puede ser difícil encontrarlas en Internet. Por lo tanto, se recomienda contactar a las entidades locales para solicitarles información de forma explícita. Esto puede llevar cierto tiempo, por lo que comenzar con antelación evitaría retrasos en el proceso.
Un mapeo de actores permite identificar las partes interesadas con influencia en un contexto específico. Las partes interesadas pueden ser identificadas en el transcurso de la investigación y a través de socios locales. La lista de partes interesadas ha de irse alimentando a lo largo de las distintas fases de la intervención (y a menudo debe realizarse al generar la idea del proyecto); ésta ayuda a identificar con quién deben realizarse las entrevistas con informadores clave (KII), las encuestas y demás actividades. Asegurarse de que se recopile suficiente información puede permitir una participación inclusiva en las próximas fases de la intervención. Por ejemplo, involucrar a distintos grupos que viven en un mismo vecindario solo es posible si éstos fueron identificados durante el análisis del contexto.