La elaboración de un plan para la gestión de las obras de construcción garantiza que todos los procedimientos y disposiciones establecidos durante el proceso de adquisición se implementen durante la fase de construcción.
La gestión de la obra suele ser responsabilidad del contratista. Sin embargo, es importante que el socio ejecutor y el contratista desarrollen un plan de manera conjunta. Esto garantiza que la intervención de construcción se entregue según lo planificado, en cuanto a especificaciones técnicas y cronogramas, y que las medidas de salud y seguridad se implementen de forma correcta.
Un plan colaborativo puede tener una importancia particular cuando la gestión de la obra contiene elementos que pueden ser nuevos para un contratista, por ejemplo, ciertos procedimientos relativos a la dotación de Equipo de Protección Individual (PPI) para toda la mano de obra contratada. Dichos procedimientos han de ser objeto de un intercambio pormenorizado para garantizar su implementación. La imposición de reglas al contratista sin un diálogo sobre las razones que las sustentan puede llevar al incumplimiento.
El socio ejecutor que envía actualizaciones periódicas a todos los socios, incluidas las administraciones locales o quien haya otorgado el permiso para la construcción, puede ayudar a mantener un proceso sin complicaciones durante la construcción y evitar problemas que podrían hacer necesaria una pausa, lo que provocaría retrasos y costos adicionales.